En una carta pastoral, el obispo, ya emérito, y administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, reflexiona sobre su tiempo como pastor de la iglesia cordobesa dejando un mensaje de agradecimiento y esperanza.

El obispo, que hoy se encuentra en Montilla para asistir al encuentro sacerdotal que cada año subraya la solemnidad de San Juan de Ávila, ha hecho hincapié en la sed que tiene la Iglesia de todo tipo de vocaciones y dirá adiós a su querida diócesis con la ordenación, el próximo domingo del Buen Pastor, de cuatro nuevos diáconos. Un síntoma más de su férreo compromiso con las vocaciones sacerdotales, considerándolas un regalo para la Iglesia y las familias.

D. Demetrio Fernández reconoce el sentimiento de tristeza que suscita la despedida, comparándola con la de Jesús a sus discípulos y asegurando que su amor por la diócesis perdurará. No en vano su ministerio ha dejado una huella imborrable en la Iglesia cordobesa.

Concluye su carta con un «hasta siempre» lleno de afecto y un mensaje cargado de esperanza para la diócesis de Córdoba, a la que deja en manos de D. Jesús Fernández, obispo electo que tomará posesión de la sagrada cátedra el próximo 24 de mayo y por quien estamos todos invitados a rezar.

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