Concluida la Semana Santa y los símbolos penitenciales propios de la Cuaresma, nuestra titular mariana Santa María del Socorro luce en su retablo ataviada para la Pascua, uno de los tiempos más importantes del calendario litúrgico. Durante 50 días, celebramos la resurrección de Cristo y la nueva vida, una renovación espiritual que se expresa en los adornos florales de nuestra sede canónica y en el blanco radiante que viste ya también la Virgen María.

El color característico durante este tiempo es el blanco, símbolo de pureza, alegría y gloria. Representa la resurrección de Cristo, la victoria sobre la muerte y el pecado. El blanco es reflejo de la luz divina y de la esperanza eterna que los creyentes recibimos en Cristo resucitado, mientras aguardamos la venida del Espíritu Santo

El tiempo pascual simboliza la transformación del mundo por la resurrección. Es un período de alegría y esperanza, donde los creyentes experimentan la presencia del Cristo resucitado en sus vidas. La liturgia se centra en las apariciones de Jesús y en la misión de los apóstoles, lo que nos recuerda que, como cristianos, estamos llamados a vivir y proclamar la buena nueva de la resurrección.