El periodista y párroco de San Lorenzo, Antonio Gil Moreno, y el montillano tres veces doctor (en Teología Bíblica, Filología Bíblica y Filosofía y Letras) Antonio Llamas Vela tomaron ayer posesión como canónigos de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, todo ello siguiendo un rito con raíces en el siglo XIII al tratarse de la institución viva más antigua de Córdoba junto al Ayuntamiento, recordó ayer el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, uno de los asistentes al acto.
En el acto, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, aprovechó para recordar los tres grandes compromisos de los canónigos: «Cultos, cultura y caridad», sentenció el prelado refiriéndose al papel del Cabildo en el día a día del templo, la importancia cultural y universal del edificio (también lo que ello supone para el turismo) y las numerosas obras sociales que sostiene el Cabildo Catedral, como el albergue Madre de Dios, la residencia San Pablo, su apoyo a Cáritas o colaboraciones como las recientes mejoras del Seminario. Al respecto, el obispo animó a los canónigos a dar a conocer más su labor caritativa.
La ceremonia en sí se dividió en tres partes. La primera, de carácter estrictamente jurídica y con acceso únicamente a familiares y prensa, tuvo lugar en la Sala Capitular, en donde los nuevos canónigos, tras la lectura del acta de nombramiento que firmó el obispo el pasado día 7, prometieron cumplir los estatutos ocupando después sus correspondientes lugares en la mesa redonda que simboliza el carácter colegial e igualitario de la entidad. Esta parte de la ceremonia fue cerrada con la referida intervención del obispo.
Tras una procesión hasta el coro de los, de nuevo, 21 miembros del Cabildo, ordenados según la fecha de nombramiento, la ceremonia continuó ante una notable asistencia de autoridades, allegados y fieles con el rito que más claro manifiesta a la sociedad las nuevas incorporaciones. Así, tras ocupar su puesto en el coro se les impuso a los nuevos canónigos el birrete de su autoridad. Por último, un acto en el Altar Mayor con las intervenciones de los nuevo dignatarios catedralicios cerró la ceremonia.
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