La parroquia de Santiago Apóstol de Montilla acaba de iniciar su segunda fase de restauración, con la que se pretende solventar los graves problemas de humedad que padece el templo desde hace años. Tras el arreglo de la nave de la Epístola, iniciado por el Obispado el pasado verano, los responsables de la iglesia se centran ahora en la reparación de las cubiertas y tejados de las capillas laterales.

Los trabajos, que seguirán el proyecto de la arquitecta Mara Portero, tratarán de eliminar las humedades que afectan especialmente a la capilla de la Virgen del Rosario, considerada una de las mejores muestras del estilo rococó de la provincia. La estancia está exornada con pinturas murales de José Garnelo.

Según explicó el párroco, José Almedina, la segunda fase de remodelación de la parroquia contempla «la revisión y el arreglo de todos los tejados, incluido el crucero y el coro, que presentan un difícil acceso», lo que deberá ser solventado con un andamiaje de considerables proporciones para salvar el desnivel existente, de unos 40 metros de altura.

Las obras de restauración del templo montillano –declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 200– han hecho posible el hallazgo de una antigua portada lateral que, según los primeros estudios, pudo constituir el acceso más común para los feligreses. «Su localización orientada hacia la mayor parte del vecindario de la calle de La Yedra y la proximidad de esta vía con la casa de San Juan de Avila y el convento de Santa Clara hacen de esta portada un interesante descubrimiento», reconoció Almedina, quien valoró la posibilidad de incluir este acceso en el itinerario de la Ruta Avilista.

 Las obras de restauración del templo montillano –declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 200– han hecho posible el hallazgo de una antigua portada lateral que, según los primeros estudios, pudo constituir el acceso más común para los feligreses. «Su localización orientada hacia la mayor parte del vecindario de la calle de La Yedra y la proximidad de esta vía con la casa de San Juan de Avila y el convento de Santa Clara hacen de esta portada un interesante descubrimiento», reconoció Almedina, quien valoró la posibilidad de incluir este acceso en el itinerario de la Ruta Avilista.